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 25 MONEDAS A PARIS

 

Uno, dos, tres…Poppy quiere ir a Paris. Y todos los días que llega a casa cuenta las monedas que ha ahorrado para poder comprarse el billete que la llevará a la ciudad del amor, de la luz. 

Paris, Paris, Paris. Y sabe, presiente, intuye que allí será feliz.
Entonces cierra sus ojos y es cuando despiertan sus peculiares amigos Pepe y Tati que, a pesar de ayudarla en su recuento de dinero, miran a través de la ventana preguntándose qué habrá fuera de esa buhardilla y esa hucha que tanto le preocupan a Poppy.
 
Cuatro, cinco, seis…Una tarde Poppy debe coger otro camino de regreso a casa, al parecer el suelo se ha roto. Así que un poco enfadada gira una esquina sin dejar de pensar en su sueño. Paris, Paris, Paris.
 
Siete, ocho, nueve…Poppy observa que los gigantes edificios pasan a ser pequeñas casitas sin ventanas y muros de papel. Las calles son tan estrechas que hasta su corazón se encoge. Sin saber porqué Poppy se empieza a encontrar mal, se marea y cae desmayada.
 
Diez, once, doce…Al abrir los ojos se topa con otros azules como el mar. Lucas, un niño que le cuenta que caza moscas para vender sus alas a las personas que quieren un poquito de libertad y que con el dinero que gana compra pinturas a su hermana Lucía quien se dedica a pintar el alma de las personas.
 
Trece, catorce, quince… Poppy se pregunta qué hacen dos niños viviendo solos en una habitación tan oscura, porqué solo comen un trozo de pan al día untado de soledad y beben agua reciclada. Y, sobre todo, porqué con lo poco que tienen no dudan en compartirlo con ella.
Dieciséis, diecisiete, dieciocho…Lucas y Lucía se despiden de Poppy pidiéndola, por favor, que no se olvide de ellos y que regrese otro día a visitarles. Poppy se lo promete y escucha que el sonido de su corazón ha cambiado.
 
Diecinueve, veinte, veintiuno…Ya en su casa les cuenta a Pepe y Tati su aventura. Pepe y Tati se dan cuenta de que su amiga por una vez en mucho tiempo habla de otra cosa que no sea Paris. Poppy quiere ayudar a Lucas y Lucía pero no sabe cómo. Pepe y Tati miran la hucha que contiene el sueño de Poppy.
 
Veintidós, veintitrés, veinticuatro…Lucas vende cometas a las personas dándoles la libertad que necesitan. Lucía combina colores para pintar las más bellas almas que se puedan imaginar. Y lo más importante, sonríen de verdadera felicidad.
 
Veinticinco… Ya en la noche Pepe y Tati miran la hucha vacía y preguntan a Poppy cuando irá a Paris.
 
       ¡Ya he estado! –exclama su amiga.
 
Poppy descubre que Paris está en todo aquello que la hace feliz.


Escrito por: Popy Genís
Ilustrado por: Rebe Martínez (Srta.Poppy)
 

 

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